Legalv

últimamente he estado demasiado sensible a temas relacionados con el uso y acceso a bienes públicos, recursos comunes y acciones económicas que afectan a la sociedad en general y a los mas necesitados en particular.

Leyendo esté artículo de Soho, que habla acerca de las "estrategias" que ciertos establecimientos están llevando a cabo para evitar la presnecia de los "sucios e indeseables" vendedores ambulantes sencillamente transiten por las inmediaciones del parque el interés en estos temas volvió a aflorar.

En aras de la seguridad, estos "guardianes del orden" se adueñan de un recurso que no solo pertence a todo el mundo, si no que de la manera mas facha, seleccionan a los privilegiados que pueden o no disfrutar de este espacio. Lo cual traduce simplemente, que solo el parque solo es público para la gente que se viste al estilo Fashion TV.

Para aquellos que nos enseñan con abnegación a capotear pobreza, tragedias y carencias con nada mas que cajitas de dulces, son juzgados y condenados como criminales peligrosismos, impíos parias que merecen el destierro, porque peor que matar un cura es ser el vendedor ambulante que afea el superplay parque de la 93.

No me extenderé, aludiendo a la verdadera crapulencia de los personajes de cuello blanco que visitan el lugar o las flagrantes violaciones al espacio público por parte de los establecimientos, porque me no quiero irme por las verdes ramas.

"Libertad es el reconocimiento de la necesidad" decía Hegel, y para asuntos de acceso a bienes comunes me parece una perspectiva bastante acertada, clarametne, en la medida en que reconozcamos la necesida de los demñas de acceder de manera equitativa, a los recursos, y a las oportunidades podrá lograrse una distribución mas homogenea de los bienes, pero si en lugar una redistribución de las necesidades y los beneficios, restringimos las escasa posibildades de que esto ocurra, transitamos por la autopista de la ruina a una velocidad mortal.

Estoy cansado, me voy a dormir, quiero soñar con una jornada de Ambulantes al parque, metódicamente similar, pero ideológicamente un tanto diferente, al movimiento Catalán de los Okupas.

Entre sueños y media noche pienos que si en Colombia todos los gremios fueran tan solidarios como los de los taxistas, tal vez, no existirían esas difecias sociales tan profundas.....tal vez seríamos conscientes que el oportunismo es lo que hace miserables a las gentes, aprenderiamos a distribuir eficientemente lo que tenemos y no veriamos la acera, el culumpio y la banca como algo vetado para el pobre.


En la radio suena: El desierto de una calle sin rayuela.

This entry was posted on lunes, marzo 14, 2005 at 1:33 a.m.. You can skip to the end and leave a response.