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CONDICIONES MINIMAS PARA CONVERTIRSE EN PAVO REAL.

0. Indispensable tener vehiculo. Condición necesaria mas no suficiente para ingresar al galpòn de pavos reales. Preferiblemente un carro moderno acorde con tu hoja de vida donde mostrarás como estás mas preparado que un kumis y tu fabuloso empleo en una multinacional.

1. Las marcas serán tu vistoso plumaje. Jamás saldras a la calle sin una camisa Ralph Laurent, Tommy, Armani o Boss.

2. En el club social, hablarás a la hora de las comidas de la técnica paropiada para abrir ostras, de la manera correcta de utilizar los cubiertos, del inconfundible bouquet del vino riojano y soltarás el dato anecdótico de si se dejan los cubiertos cruzados sobre el plato es que deseas repetir. Siempre con sonrisa pepsodent.

3. Emplearás palabras como prosciutto, bon appettite, y schnitzel así no tengas ni puta idea de italiano, francés o alemán y jamás hayas cruzado el charco.

3. Considerarás al Rock como bulla de drogodependientes y mechudos despreciables, no tendrás ni idea de ópera, jazz o blues pero afirmarás con vehemencia y categoría que eso sí es cultura y el rock..como dicen los molotov, solo agricultura.

4. A tu pollo de finca (alta grande y peliteñida)de fin de semana la dejarás matada con una actividad que resalte tu pavoneo ligermante menos ignorante que el de ella: el squash, la enología o el feng shui son las sugerencias en boga.

5. Básico tener algo que decir acerca del libro mas vendido en la temporada, tenerlo encima de la mesita de noche para que cuando llegue la hora del alpiste y tengas que poner el reloj de tu polla junto al tuyo solo rayes la carátula del libro (el nogal, el cedro o el ébano es algo que hay que cuidar y finalmente la cultura debe servir para algo). Lo adecuado para esta temorada es El Código Da Vinci. Para no hacer comentarios estúpidos leerás un par de comentarios en internet, el nivel de las conversaciones no te exigirá profundizar mas.

La Boda de Francisco J. de Goya y Lucientes, si mal no recuerdo está en El Prado, en la misma sala o en la sala contigua donde se encuentra una de las obras porno mas representativas de la época: La Maja Desnuda. Como siempre mi atención no se centra en la obra cliché, sino en las que están agazapas como esperando que algún geek se fije en ellas.

El cuadro ridiculiza la alta sociedad madrileña de su tiempo: Un nuevo y horripilante rico quien probablemente habrá acabado de comprar una casa a la otra orilla del Manzanares, alardea con artilugios y joyas de su refinadísimo gusto narcocó, mietras a su prometida, una humilde pero majisíma campesina, hace las veces de perro faldero. En la retaguardia le padre de la prometida no puede ocultar si felicidad por haber asegurado su futuro.

El flashback me sucede recurrentemente, y contrariamente a lo que se pudiera pensar no me remite a Traquetotitlán (gracias Eduardo)el marido del cuadro parece igualito a esos yuppies de pacotilla, quienes para ingresar al club de los "Pavos Reales" siguen al pie de la letra la receta arriba expuesta.

Este Post es un intento de explicar como la realidad supera con creces la imaginación a partir de mi listado automático de obras de arte que me impactan, tal vez la próxima semana comente sobre Las señoritas de Avignon, una partida de putas pintadas por Renoir y plagiadas luego por Picasso. y su influencia entre la abismal diferencia entre nacer hijo de puta y ejercer como hijueputa con todos los juguetes.

This entry was posted on viernes, mayo 27, 2005 at 10:33 p.m.. You can skip to the end and leave a response.